de Inma Iglesias Guerra
Como diría mi
admirado J. Sabina “hay mujeres veneno, mujeres imán, mujeres consuelo, mujeres
puñal, mujeres que huyen perseguidas por su soledad”. Hay tantas mujeres como
personas, porque cada persona tiene tras de sí a una mujer por lo menos.
Muchas
mujeres a lo largo de la historia, bien por educación, bien por tradición o por
convicción….han dedicado sus vidas a las vidas de los demás. Cuando una mujer
se revela ante esto, o simplemente se niega a seguir la norma, se suele
convertir por arte de machismo (que no de magia) en una mala mujer; como si ser
mujer sólo fuera entendible como complemento de alguien (hijos, parejas,
padres…). Desde aquí me gustaría reivindicar algo obvio, pero a veces, todavía,
mal visto; las mujeres somos seres individuales, con necesidades, deseos,
sentimientos y anhelos únicos y exclusivos.
Hay dos tipos
de personas; las que se dejan llevar por la corriente y las que nadan en su
contra, porque es allí hacia donde quieren ir, y nada ni nadie; ni siquiera la
fuerza de esa corriente; hará que desistan de su lucha. Ese es el tipo de
personas que merecen la pena, y ese es el tipo de mujeres que conoceremos en
esta novela; mujeres que toman decisiones de esas que hacen que tu vida cambie,
de esas que hacen que te tiemble el alma antes de tomarlas, pero también de
esas que una vez que las tomas harán que tu vida sea mucho más plena y
satisfactoria porque no hay nada tan gratificante como que tu vida la hayas
decidido tú.
A veces no somos conscientes de cuantas cosas importantes dejamos de decidir, dejamos en manos de otras personas, o en manos del propio devenir de las circunstancias. Pero hay momentos en la vida de algunas personas, en este caso en la vida de estas cinco mujeres en los que se hace indispensable dar un golpe sobre la mesa y decir ¡basta!, empezar a decidir y a ver que la vida puede ser otra cosa.
Brindo por
esas personas valientes, en concreto por estas mujeres luchadoras que estas a
punto de conocer, y que quizás te ayuden a sentir que las cosas pueden ser de
otro modo.
Es la única
forma de vivir, porque otra cosa sería simplemente sobrevivir.
Inma Iglesias Guerra.