Yo soy de esas personas que quiere al máximo, siempre pongo todo el corazón.
Para mí, la amistad es algo sumamente importante, cosa que no sucede con el resto de los mortales. Hay personas que no saben, en absoluto, lo que es una amiga y lo demuestran con la mentira y el engaño. ¡Una traición!
Por los amigos que quiero intento darlo todo y me gustaría, como a cualquiera, que lo dieran también ellos por mí. Es verdad que cuando se da no hay que esperar nada a cambio, lo se, pero gusta tanto... Está comprobado que esto no es así, que el hecho de que una apueste todo y más por alguien, no garantiza que la otra persona lo vaya a hacer por ti. Se supone, que no has de esperarlo. ¡Qué pena!
Hace poco, me dijeron que romántico es no esperar nada. Pues lo será, pero a veces no se puede evitar esperar de quien confías. También es cierto que cuando no esperas y llega, es mucho más emocionante.
¿Alguna vez habéis querido a alguien tanto como para creer al máximo en lo que dice y hace, o te cuenta que hace y dice? Yo sí. ¡Es bonito! Soy muy intensa, es otra de las virtudes o defectos que tengo, según se mire.
¡Y qué daño hace cuando esa persona te traiciona, te falla...! No me refiero a que te haga algo grave, no, simplemente con que te engañe, es suficiente para sentir ese dolor dentro de tu interior que no es comparable con nada. En ese momento en el que te das cuenta del engaño, todo se te derrumba. Tu estado emocional no es de enfado, no, ¡por favor!, es de total decepción. El enfado se pasa, desaparece, mientras que la decepción queda para siempre.
¿Era necesario mentir, engañar, hacerte daño cuando tú te estabas entregando por entero? Habría que preguntárselo al hiriente.
¿Qué te pasa?, pregunta la otra persona. ¿Te pasa algo?, vuelve a preguntar. ¡Pues sí! ¿No te has dado cuenta de que no se puede engañar así a alguien que te quiere tanto y cree en ti? Yo, estoy muy segura de que no le hubiese fallado de esa manera, porque cuando quiero, quiero al máximo y me doy sin mentiras.
En ese momento de máxima desilusión, te dan ganas de poner en el estado de tu whatssap :
"Si me buscabas estoy entre las oportunidades que perdiste"
"Si me buscabas estoy entre las oportunidades que perdiste"
¡Tranquilidad! Luego viene el inevitable tiempo de duelo, que se llama. Al principio, le insultas para tus adentros, o a veces, gritas en tu soledad herida con todas las palabrotas más fuertes y mal sonantes que te pasan por la cabeza. Lloras desconsoladamente hasta gastar todo el paquete de pañuelos de papel. Te sientes triste, traicionada, tan decepcionada...
Al poco, depende de lo rencorosa que sea cada persona, que en mi caso es muy poco, llega el momento de aceptación. Es así, y así lo tengo que admitir, no debo tomármelo como algo tan personal. Pero, ¿porqué no, si la traicionada soy yo?. Tu alma llora todavía por la pequeña grieta. Continuos suspiros e imperiosa necesidad de serenidad, de reflexión astringente y revitalizante.
Y llega el momento crucial, en el que para salir de esa confusión de sentimientos, necesitas un túnel que te una el corazón con la cabeza. Aquí es cuando comienza la lucha entre héroes, una pelea cara a cara entre la Heroína Decepción y el Héroe Perdón, en la que evidentemente, por la gran fuerza que tiene la amistad, cuando es verdadera, siempre gana Perdón.
Es entonces, cuando pones orgullosa en el estado de tu whatssap:
"El secreto de la felicidad no está en tener, sino en ser, dar y amar con valentía"
Josune Magunazelaia.